Traducciones francesas

Mucho se ha especulado respecto al título de portada que han decidido dar en Francia a la obra de Candy Candy.
La editorial Pika Roman, que es la que está a cargo de la edición traducida, tituló el primer volumen como Candy, L’Orpheline (Candy, la Huérfana). Esto por sí solo, dio mucho de qué hablar entre las lectoras pues algunas argumentaban que la historia de Candy abarca mucho más que el relato de una niña sin padres y que ese título simplificaba demasiado la historia. Sin embargo, la verdadera marimorena se armó cuando se dio a conocer el título del segundo volumen: Le Prince Sur Le Colline (El Príncipe en la Colina). El revuelo obedece a que Keiko Nagita, la escritora de Candy, siempre ha dicho que anohito (esa persona con la que Candy vive) es el secreto de su libro pues no quiere decepcionar a las fans que la han seguido por tanto tiempo esperando a que Candy se quede con uno u otro galán. Así pues, el que el segundo volumen en la edición de Francia lleve tal título hace pensar que ni Nagita ni la editorial estén siendo fieles al propósito original de mantener la identidad de anohito en secreto, pero ¿será este el caso?

      Para empezar, el autor original de una obra (Keiko Nagita, en este caso), no tiene forzosamente participación en el título que la casa editorial escoja en la traducción que haga. También se debe tomar en cuenta la interpretación que dé al libro la editorial. Por ejemplo, Pika Roman ha dicho que Candy es ahora una mujer casada mientras que la obra solamente presenta a la protagonista viviendo con su amado. ¿Es importante esto? Lo es, si se quiere tener en cuenta la ambigüedad de anohito, pero Pika Roman pasó por alto este hecho y se apresuró a describir el estatus marital de Candy… ¿estrategia comercial? Seguramente. Si se trata de esto, el lector francés está predispuesto a sacar conjeturas sobre anohito al leer el título de portada y la descripción que se da ¿quizás apelando a lo que la mayoría prefiere en dicho país? No podemos asegurarlo, pero sí se puede decir que si la descripción es dudosa, también lo es el título, incluso hasta se le puede tachar de engañoso porque el lector medianamente activo podrá darse cuenta que el segundo volumen no gira en torno al “príncipe”, sino a la vida de Candy después de haber llegado del colegio San Pablo, y cómo tuvo que afrontar la vida pese a sus tristezas y dificultades; entonces, ¿cómo se explica el título? Pues bien, al misterioso príncipe se le menciona una sola vez, en el primer volumen, cuando se le apareció a Candy a la edad de 6 años. La siguiente vez que hace su aparición es cuando le revela a Candy quién es él verdaderamente: no era nada menos que el Sr. Albert, el mismo que la adoptó años después de que la conociera.

      Como el misterio del príncipe queda revelado al final de la historia, es decir, en el segundo volumen, Pika Roman le da tanta importancia a este hecho, que decide hacer alusión a él titulando al libro como Príncipe en la colina. Decisión que aparentemente fue tomada por hacer alusión a que es allí donde se revelaría la identidad del sigiloso príncipe, cuyo misterio acompañó a Candy desde el principio de la historia. Por consiguiente, no se debe tomar una conclusión apresurada sobre el contenido del libro, ni acerca de la decisión o envolvimiento de Nagita en el título. El quid de la historia está en la historia misma. Pensemos en esto, si el propósito de Nagita es ocultar a anohito, sería tonto que su identidad aparezca en la portada, por lo tanto, sabemos que su persona sigue oculta en las páginas del libro. 


 

Comentarios

  1. Es una traducción horriblemente mala, con partes omitidas y frases sacadas de contexto. Nunca pensé que una traducción pudiera ser tan infiel.
    Es una lástima que Nagita no tenga incidencia alguna en la editorial. Se le rompería el corazón si viera lo que le hicieron a su obra epistolar

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